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Hay que ver qué empeño pone en su trabajo la policía británica. Una pareja de agentes patrullaba el pasado 21 de Agosto por el barrio de Chiswick, al oeste de Londres. Mientras paseaban, divisaron a un hombre de mediana edad sentado un parque de la zona, con su ordenador portátil sobre las rodillas. “Seguro que ese tipo se trae algo entre manos” le dijo uno de los policías a su compañero.

Y efectivamente. El muy descarado estaba conectado a Internet a través de una red Wi-Fi, cuyo dueño había olvidado proteger con contraseña. ¡Y encima lo admitía abiertamente! ¡Qué poca vergüenza, por Dios! El problema es que los dos policías no podían echarle el guante a semejante criminal, ya que pertenecen a un cuerpo especial de la policía dedicado a vigilar comportamientos antisociales, sin la autoridad suficiente para efectuar detenciones.

Los dos heroicos agentes llamaron a la central para que enviasen al lugar policías de verdad, de los que pueden pegarte con la porra y llevarte al calabozo. Más estoicos que nadie, sobrepasaron el tiempo que están obligados a invertir en sus rondas de vigilancia callejera, hasta que por fin llegaron los refuerzos y se llevaron al maleante a la comisaría.

Poco después fue puesto en libertad bajo fianza. Eso sí, tendrá que volver el próximo 11 de Octubre a la comisaría de Chiswick para dar cuentas de su mala acción. Por éstas que no se irá de rositas. Las leyes británicas son muy claras: este tipo de comportamiento debe ser castigado.

No como aqui en Morales, que toda la mara se apriovecha de las areas de wi-fi, un ejemplo es Litegua, que algun trabajador de la empresa de transportes filtro el WEP de la red inalambrica y podemos ver a determinadas horas a gente en sus automoviles estacionados a las orillas del edificio robando la señal. o vecinos del lugar que tienen internet en su hogar gracias a este tipo de robo.